Summary: | En el cuidado de las heridas es tan importante saber qué hacer como saber qué no hacer. Lo primero es valorar la gravedad de la lesión y saber si es necesario acudir a un centro sanitario o no. Si la herida es simple, lo más recomendable es hacer una buena limpieza con suero o agua tras lavado de manos, realizando la desinfección de esta con el antiséptico más adecuado.
Los antisépticos no deben usarse para la limpieza de las heridas (usar suero fisiológico o agua del grifo) ni para la cura de heridas con tejido de granulación.
No hay que usarlos en el oído o cerca de los ojos; en caso de aplicación accidental en el ojo lavar abundantemente con agua. No usar povidona yodada en gestantes, ni utilizar preparados yodados en neonatos, en pacientes con alteraciones del tiroides o en alérgicos al yodo. Hoy en día, tampoco se debe usar la merbromina/mercurocromo a causa de su contenido en mercurio.
Antes de usar un antiséptico han de eliminarse todos los residuos inorgánicos (cuerpos extraños) y los orgánicos desvitalizados, detritus, esfacelos, exudado purulento, escaras, etc. Esta acción facilitará la cicatrización y la acción de los antisépticos, ya que se inactivan en presencia de materia orgánica.
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