Summary: | <p style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Las evidencias científicas están mostrando los beneficios de la educación emocional tanto en el desarrollo de competencias emocionales, mejora del bienestar y como facilitador del aprendizaje. Paralelamente, la actividad físico-deportiva es un excelente medio de estimulación cerebral, de salud y de generación de emociones positivas. Por tanto, la educación física aparece como una asignatura de enorme potencial para el desarrollo de la educación emocional. Dentro de esta línea, en este artículo, se presenta una idea para colaborar con esta idea que consiste en organizar un circuito de emociones a través de juegos motrices. Esta actividad facilita conocer e identificar emociones, regularlas y practicar empatía y habilidades sociales en busca del bienestar personal y social.</p><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 107%; font-family: 'Microsoft Tai Le',sans-serif; mso-fareast-font-family: 'Yu Gothic UI Light'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA;" lang="ES-TRAD">Las evidencias científicas están mostrando los beneficios de la educación emocional tanto en el desarrollo de competencias emocionales, mejora del bienestar y como facilitador del aprendizaje. Paralelamente, la actividad físico-deportiva es un excelente medio de estimulación cerebral, de salud y de generación de emociones positivas. Por tanto, la educación física aparece como una asignatura de enorme potencial para el desarrollo de la educación emocional. Dentro de esta línea, en este artículo, se presenta una idea para colaborar con esta idea que consiste en organizar un circuito de emociones a través de juegos motrices. Esta actividad facilita conocer e identificar emociones, regularlas y practicar empatía y habilidades sociales en busca del bienestar personal y social.</span>
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