Summary: | El número de procedimientos coronarios en los pacientes que han sufrido anteriormente de revascularización miocárdica, aumentan con el paso de tiempo a consecuencia de un incremento de la esperanza de vida. Repetir un procedimiento de revascularización miocárdica, ya sea quirúrgico o intervencionista, es notablemente diferente. El perfil de alto riesgo, la complejidad técnica exigida unido a la comorbilidades, además de la compleja anatomía coronaria y degeneración de injertos, hacen del procedimiento todo un reto. Se presenta el caso de una mujer de 60 años de edad, con antecedentes de hipertensión arterial de 25 años y diabetes mellitus tipo 2 de 10 años de evolución respectivamente, sometida a cirugía de revascularización coronaria con fallo precoz y tardío de los injertos.
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