Summary: | En este artículo se realiza un análisis reflexivo de la investigación en su relación con la inclusión o no de la perspectiva de género. Las prácticas investigadoras, al igual que la ciencia, se han guiado por modelos de referencias claramente androcéntricos y sexistas, y este hecho ha incidido negativamente sobre las mujeres dedicadas a la producción de conocimiento y a la difusión de éste en los ámbitos científicos. Las malas praxis tienen – y han tenido – efectos inmediatos que se traducen en sesgos de género, tanto en la planificación de la investigación como durante el proceso, la producción y la publicación. Estos sesgos nos sitúan de manera directa en la ética, la cual debe tomar partido desde el preciso momento que se toma la decisión de llevar a cabo una investigación. La ética, en tanto que acción intrínseca a todo proceder indagatorio, está conectada a las decisiones que, a su vez, están marcadas por el género. En este sentido, la ética juega un papel clave en los procesos dirigidos a promover una investigación que sea sensible al género y a la eliminación de la discriminación y las desigualdades entre mujeres y hombres.
http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs1402104
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