Alimentación familiar: influencia en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos de la conducta alimentaria

Los trastornos de la conducta alimentaria, en adelante TCA, son alteraciones de la conducta relacionada con  la alimentación que normalmente se ven influenciados en gran medida por la alimentación del entorno y de  la familia. Abordar los factores de riesgo que pueden estar relacionados con la alime...

Full description

Bibliographic Details
Main Authors: Jessica Fuentes Prieto, Griselda Herrero-Martín, Marian Montes-Martínez, Ignacio Jáuregui-Lobera
Format: Article
Language:English
Published: Asociación Para el Progreso de la Biomedicina 2020-09-01
Series:Jounal of Negative and No Positive Results
Subjects:
Online Access:https://revistas.proeditio.com/jonnpr/article/view/3955
Description
Summary:Los trastornos de la conducta alimentaria, en adelante TCA, son alteraciones de la conducta relacionada con  la alimentación que normalmente se ven influenciados en gran medida por la alimentación del entorno y de  la familia. Abordar los factores de riesgo que pueden estar relacionados con la alimentación familiar y que  podrían ser desencadenantes de un TCA es clave como prevención. De las diferentes investigaciones de relevantes autores que estudiaron la correlación entre el ámbito familiar  y los TCA, con centro en la alimentación familiar, surge el foco de esta revisión, tratando de dar una  explicación a los motivos que apuntan a la relación entre alimentación familiar y TCA, destacando los factores de riesgo que se han considerado más influyentes tanto en el desarrollo como en el mantenimiento de los  mismos. El objetivo es entender de qué manera el núcleo familiar puede influir sobre estos trastornos  dependiendo de sus valores y creencias, la personalidad y relación de cada miembro con la persona afectada  o las patologías previas, así como la herencia genética. Los resultados obtenidos fueron mayoritariamente correlacionales, es decir, una familia desestructurada, con altos niveles de ansiedad o estrés, o con presencia de sobrepeso, implicará más riesgo de que algún miembro sufra un TCA en contraposición a aquellas familias con buena comunicación y roles establecidos donde el peso no es importante. Sin embargo, y como se desarrolla a lo largo del trabajo, esto no parece ser  un factor que se cumpla en todos los casos. El mantenimiento de estos desórdenes puede variar en función de la implicación que muestre la familia por  la recuperación del paciente, la disposición de dicha familia a cambiar sus hábitos y la mejora del ambiente  de convivencia.
ISSN:2529-850X
2529-850X