Summary: | Objetivos: Estimar la prevalencia de prácticas de cribado de cáncer en los controles del estudio multi-caso control (MCC-Spain) y evaluar su asociación con los estilos de vida. Métodos: Análisis transversal de 1505 controles poblacionales del estudio MCC-Spain, de 20-85 años, recogidos entre 2008-2010 en cinco áreas de España. Se ha calculado la prevalencia de pruebas de cribado en los últimos 5 años, evaluando la relación con los estilos de vida y analizando su asociación mediante modelos de regresión logística. Resultados: Las pruebas más prevalentes en las mujeres fueron mamografía (98,2%, en mujeres de 50-69 años) y citología (94,5%, en las de 25-65 años), y antígeno específico de próstata en los hombres (71,5%, 50 años o más). La realización de la prueba de sangre oculta en heces fue muy inferior (11,2% y 16,2%, en mujeres y hombres de 50-74 años, respectivamente). Consumir al menos tres raciones de fruta y verdura al día se asocia con una mayor participación en mamografías (odds ratio ajustadas [ORa]: 5,24; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,96-14,07). En los hombres, el sobrepeso-obesidad se relaciona con la mayor realización de la prueba del antígeno específico de próstata (ORa: 1,88; IC95%: 1,15-3,08). En general, destaca la presencia de comorbilidad asociada con la realización de pruebas de cribado. Conclusiones: Este estudio muestra una elevada prevalencia de prácticas de cribado de cáncer de mama, cuello uterino y próstata, y baja del cáncer colorrectal. No se observa un patrón común de estilos de vida asociado al cribado, sino que hay diferencias por sexo y tipo de prueba. Estos resultados pueden ser útiles para orientar nuevos estudios sobre las prácticas de cribado y revisar posibles ineficiencias.<br>Objectives: To estimate the prevalence of screening practices in the population controls of the multi-case control study (MCC-Spain) study and to evaluate its association with lifestyles. Methods: We carried out a cross-sectional analysis of 1505 population controls of the MCC-Spain study, aged 20-85, enrolled from 2008-2010 in five areas of Spain. The prevalence of screening tests in the last 5 years was estimated and its association with lifestyles was assessed using logistic regression models. Results: The most prevalent tests were mammography (98.2%, age 50-69 years) and cytology (94.5%, age 25-65 years) in women and prostate-specific antigen in men (71.5%, age 50 or over). Participation in fecal occult blood testing was lower (11.2% and 16.2% in women and men aged 50-74, respectively). Eating at least three pieces of fruit and vegetables per day was associated with higher participation in mammography (ORa: 5.24, 95% CI: 1.96-14.07). In men, overweight-obesity was linked to higher participation in prostate-specific antigen testing (ORa: 1.88; 95% CI: 1.15-3.08). In general, the presence of comorbidities was associated with utilization of cancer screening tests. Conclusions: The prevalence of screening practices was high for breast, cervical and prostate cancer and was low for colorectal cancer. No common lifestyle patterns were associated with participation, although differences were found by sex and type of screening test. These results may be useful to guide further studies on screening practices and review possible inefficiencies.
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