Summary: | Durante los últimos 50 años, el trasplante alogénico de células progenitoras hematopoyéticas (CPH) se convirtió en un tratamiento cada vez más utilizado en la curación de hemopatías malignas y enfermedades no malignas y genéticas, como la drepanocitosis y algunas inmunodeficiencias primarias. Sin embargo, la ausencia de donantes adecuados, por no contar los pacientes con hermanos u otros familiares histocompatibles, ha motivado la búsqueda de fuentes alternativas en donantes "no relacionados" para garantizar la eficacia y seguridad del trasplante. Una fuente alternativa muy utilizada es la sangre de cordón umbilical (SCU); que ahora se convierte también en una fuente de células para la medicina regenerativa. Los programas de colecta y criopreservación en bancos de SCU (BSCU) se han convertido en una realidad en muchos países dada la importancia de estos tratamientos y debido a sus múltiples ventajas. Sin embargo, estas instalaciones están sujetas a regulaciones nacionales e internacionales, amparadas en estándares y procesos de acreditación. Contar con un programa de colecta y un BSCU público en Cuba es una necesidad para el desarrollo del Sistema Nacional de Salud que resolverá los problemas actuales de carencia de donantes y el intercambio internacional en la lucha por una salud pública mejor.
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