Summary: | En 1926, un conjunto de artistas y empresarios teatrales fundó un partido político definido como gremial y se presentó a las elecciones municipales que se realizarían ese año en la ciudad de Buenos Aires. El resultado sorprendió a propios y ajenos: Gente de Teatro, tal la denominación del partido, consiguió que su primer candidato, el popular capocómico Florencio Parravicini, ingresara como concejal. Si bien la actuación política fue por demás inconstante, el partido de los artistas conservó su banca hasta 1930. Este trabajo pondrá foco sobre esos sucesos para analizar la organización y participación de un partido gremial de artistas en el escenario de la política municipal porteña, y discutir la relación entre el asociacionismo gremial y los partidos políticos, y entre ellos y el estado municipal. Por otro lado, se apunta a una reflexión sobre el problema, vigente en la cultura política de los años veinte en Buenos Aires, sobre el sentido y el alcance del concepto de "representación": la organización gremial no sólo ponía en entredicho lo que la Ley preveía en cuanto a los modos de organización partidaria, sino que también avivaba una serie de tradiciones y opiniones que sostenían que al ámbito local le correspondía una representación organizada a partir de grupos de interés sectorial.
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