LA LEGITIMACIÓN DEL LUGAR DE LA RELIGIÓN EN LA COMPRENSIÓN DE LA PERSONA HUMANA: UN ENFOQUE PROBATORIO PARA INTERPRETAR LA FUNCIÓN SIGNIFICATIVA DEL JUEGO SAGRADO

La religión a un nivel más institucional y la espiritualidad de una manera más personalmente existencial no respeta el estatus socioeconómico, que se limita al hecho de que un país esté o no desarrollado, o es voluble respecto del lugar donde se arraiga geográficamente. Incluso el movimiento del “nu...

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Bibliographic Details
Main Author: Jeffrey R. Dickson
Format: Article
Language:English
Published: Fundación MenteClara 2016-07-01
Series:Revista Científica Arbitrada de la Fundación MenteClara
Subjects:
Online Access:http://fundacionmenteclara.org.ar/revista/index.php/RCA/article/view/17
Description
Summary:La religión a un nivel más institucional y la espiritualidad de una manera más personalmente existencial no respeta el estatus socioeconómico, que se limita al hecho de que un país esté o no desarrollado, o es voluble respecto del lugar donde se arraiga geográficamente. Incluso el movimiento del “nuevo ateísmo” obedece a pseudodoctrinas, demuestra entusiasmo por las creencias profundamente arraigadas e incluso ha empezado a celebrar reuniones en lo que se llaman “megaiglesias” ateas. Parecería que los seres humanos se inclinan al fenómeno de la religión organizada o “juego sagrado” independientemente de su extracción o de qué ubicación histórica acusen. Aunque la religión y la teología y sus correspondientes postulados deberían tener peso en los debates relativos a la persona humana, a menudo estas ciencias se desestiman como secundarias o incluso como innecesarias. Sin embargo, más personas están admitiendo que para entender a la humanidad en general y al individuo en particular se debe incorporar lo que ofrecen estos debates. Como Haslina Ibrahim (2008) reconoce con razón: “Para comprender plenamente al hombre, es vital que reconciliemos el estudio de las religiones con otras ciencias que están incluidas en el estudio de las humanidades”. Con este fin, esta argumentación va a ofrecer una justificación fehaciente de la omnipresencia del juego sagrado y convocar a los lectores a entender un poco de su legitimización en los debates sobre la persona humana. Esto se logrará al construir un compendio de características que se observa en la persona humana y que los científicos sociales suelen observar y luego conectarlas tanto individual como colectivamente al fenómeno del juego sagrado. Abstract Religion on a more institutional level and spirituality in a more personally existential way is not a respecter of socio-economic status, limited to whether or not a country is developed, or fickle about where it takes root geographically. Even the “New Atheism” movement complies with pseudo-doctrines, proves zealous for deeply-rooted beliefs, and has even started meeting in what are called atheist “mega-churches.” It would seem that human beings are inclined to the phenomenon of organized religion and/or “sacred play” no matter what their backgrounds are or what historical localization they claim. Though religion, theology, and the claims therein should be weighty in discussions concerning the human person, often these sciences are dismissed as secondary or even unnecessary. However, more are admitting that to understand mankind in general and the individual in particular, one must incorporate what these discussions afford. As Haslina Ibrahim (2008) rightly acknowledges, “to fully understand man, it is vital that we reconcile the study of religions with other sciences that fall under the study of humanities.” To this end, this argument will build an evidential case for the pervasiveness of sacred play and call readers to understand something of its legitimacy in discussions of the human person. This will be accomplished by building a compendium of characteristics witnessed in the human person that are generally observed among social scientists and then connecting these both individually and collectively to the phenomenon of sacred play.
ISSN:2469-0783